martes, 16 de noviembre de 2010

Queridos telespectadores o personas que esperais en la distancia:
(tele significa distancia y espectar supongo que esperar y no pienso confirmarlo en el diccionario, que no son horas, así que fiaros y aplicaros el vocablo).
He tenido la visita en este blog de un escritor, que no os voy a decir el nombre pero que con un poco, no hace falta demasiada, de suspicacia, viendo el nuevo blog que he añadido a la lista, podeis adivinar de quién se trata. Tenemos en común algunas cosas, pero la más importante es que Perez Reverte nos parece un escritor insufrible y por eso nos pueden acusar de envidiosos porque ha vendido mucha más obra que nosotros. En mi caso seguro y en el caso del otro no lo sé pero estoy casi segura. En mi caso la certeza podría darse con cualquiera. Porque hasta 1 es mayor que 0. Eso libera bastante de compromisos y críticas. La verdad es que es muy cómodo eso de que no te lea ni el tato. Lanzas letras y palabras al espacio internauta que explotan como lo harían los fuegos artíficiales lanzados al mediodía: nadie los ve pero se oye un zumbido y el cielo se queda manchado de un rastro sucio y olor a pólvora. Se presta atención un nanosegundo y se vuelve uno a sus asuntos.

Esta vez quería dejar mi ego apartado por un ratito pero no ha sido posible, así que inevitablemente debo hablaros de la muerte, que pesada soy con el temita lo sé, pero es que necesito contar las sensaciones de una pinza respecto de su muerte. Sí, ahora que he empezado un proyecto emprendedor, ahora que soy una artista emergente, ahora que gozo de buena salud y tengo toda la vida por delante, ahora, en este precioso instante, quiero hablar de la muerte.

En  Imago tengo colgados dos grandes cuadros. En uno hay unos girasoles que todo el mundo alaba, y os voy a contar por qué. En general la gente cree que es la técnica, o la belleza, o el color o yo qué sé. Pero si gustan es porque bajo esos girasoles hay un muerto que yace y alimenta esa planta grasienta con la placidez  de su muerte. No estoy volviéndome loca, es que me inspiré en el cuadro de Anselm Kiefer, que tiene varios
cuadros enormes con ese motivo= girasol-muerto yacente y aunque no he encontrado el que quería exactamente, os haceis una idea y al que le interese ya tiene un tema para navegar un rato. Ahí va otra
foto:
La he puesto extragrande para que podais apreciar al muertito. En mis girasoles el muerto no aparece, pero os aseguro que los alimenta y por eso están tan nutridos y hermosos. Si quereis ver los míos tendreis que pasaros por IMAGO, qué le vamos a hacer.

Y por qué en este momento me intereso por ese tema, os preguntais así en general? Pues porque me descoloca un poco el paso del tiempo que va convirtiendo el cuerpo de una niña en el de una mujer adulta que acaba siendo una vieja, y no es el deterioro lo que me agobia, sino el asunto de que la niña en ningún momento ha abandonado ese cuerpo que tiene arrugas y flacideces y continúa viviendo como un ocupa en un cuerpo que no le pertenece. Y lo mismo le pasa a la adolescente rebelde y a la jovencita ligona, y a la treintañera listilla y a la de cuarenti salida, por poner unos ejemplos. Todas dándose de codazos en un cuerpo que va menguando y que se vuelve comodón y aburrido y no quiere saltar ni correr ni nada por el estilo, como mucho darse un paseo por el campo pero sin ningún afán deportivo.

Por eso, siendo consciente de este conflicto interno de todas las edades contenidas en el mismo habitáculo, que reclaman mi atención día tras día y agotan mi paciencia, de pronto recuerdo al muertito de los girasoles de Kiefer y pienso en el descanso de ese cuerpo que ya nadie quiere ocupar y que se descompone tranquilamente, a su ritmo, sin que nadie le moleste. Y sobre él, esas flores enormes, que son como de madera, desvían la atención y dejan que el muerto yazca en paz.

Sé que estas reflexiones os parecerán un poco tétricas, pero es que es otoño y como a los árboles, el cuerpo nos pide desprendernos de las hojas rojas y entrar en estado de hibernación esperando que llegue el Invierno, que, como siempre traerá a las Entrañables consigo; bajar las pulsaciones al mínimo, ralentizar el flujo sanguíneo, dormitar al abrigo de la manta o de la calefacción, enroscarse y dejar que el invierno pase por encima de uno hasta que podamos reverdecer de nuevo.

No es que la pinza entera quiera morirse ahora que está empezando un nuevo proyecto, que está tan tierno y lleno de brotes; os aviso que a veces los brotes no brotan, no rompen, no estallan, se quedan ahí como un estornudo mal estornudao o como un polvo mal echao. No, no es eso. Es una parte cansada, mayorzota y un poco pasada de vueltas, la que quiere que la dejen en paz y quedarse debajo de los girasoles gigantes. Y también hay una parte que piensa en el cuerpo, no como vehículo, sino como obstáculo porque ha dejado de ser un deportivo y ahora tiene que ir a velocidad de crucero que es mucho más seguro y más monótono.

Bueno, he disfrazado esta entrada de profundidad lúgubre, pero en realidad los motivos son mucho más superficiales: Echo de menos los vicios, las adicciones que me sentaban tan mal pero que el cuerpo juvenil aguantaba como un pirata, y que tenían, como es inherente a ellos una parte viciosa y perdida tan de Janis Joplin. La pinza joplin le pide a la pinza emprendedora-madredefamilia-trabajadora entregada, que o bien la saque por ahí a emborracharse o, si ya no es posible, la deje dormir durante un tiempo bajo los girasoles.

Y todo esto os lo cuento para que alguien me diga, te comprendo, porque a mí algunas veces me ha pasado exactamente lo mismo.


sábado, 4 de septiembre de 2010

Hemos vuelto todos?

Estaba esperando que llegarais todos aquí, desde vuestros respectivos lugares de asueto, o de descanso, o de aventura o de mal rollo o de aburrimiento o de donde sea. Qué sé yo lo que significan para vosotros las vacaciones. Para mí es un periodo de ... mejor dejamos el psicoanálisis para otro momento. Ahora estamos frescos como una lechuga, como recién salidos de la bandejita de porexpan, oliendo a salud y energía, para enfrentar el crudo curso 10-11. (Yo no puedo con los años naturales, a mi edad, y todavía no me he acostumbrado a que el año empieza en enero y acaba en diciembre, por lo menos en occidente, porque el año oriental y el musulman, vete tú a saber dónde empieza y dónde acaba. Mi cultura de pocoviajada no llega a tanto).

 Hace un año ahora que empecé este blog que ha tenido tanto éxito, ya sabeis, cientos y cientos de seguidores, personas de habla hispana de todos los continentes me leen, me han traducido a más de 80 idiomas diferentes, incuído el servo-croata, que se habla sólo en la zona limítrofe de las dos Repúblicas, me llueven las ofertas de trabajo, cuando voy por la calle tengo que ocultar mi cara bajo la sombra del sombrero (esto es de perogrullo, lo siento), colocándome a contraluz tipo Bogart y desviando la mirada hacia el suelo, tipo Di.

En fin, saborear el éxito tiene sus ventajas y sus inconvenientes, como todo en este planeta=balón de fútbol, (debo ser la única persona que escribe fútbol con acento en la u, no lo puedo evitar), en el que giramos sin saber bien porqué. Ya os he hablado de las primeras, las desventajas son que, como me debo a mis lectores, vivo cavilando toda la santa noche sobre cuál será mi tema del blog para la próxima entrada, y eso no me deja dormir. Durante el día tengo que estar pendiente de mis colaboradores, (mis negros), y mantenerlos a raya para que escriban todo lo que les dicto sin meter baza y barrer para casa, (son muy suyos y quieren imponer sus ideas y su forma de redactar). No sé para que hago pública mi forma de trabajo, disculpadme.

Y como he tenido tanto éxito y estoy tan influenciada por los libros de autoayuda, además de mirarme en el espejo todos los días mi cara y otras partes menos caras  y repetirme "tú vales mucho, tú eres muy maja, tú llegarás muy lejos y esas cosas que no para de repetirme mi amigo Xuan", pues he montado por fin mi academia de pintura que como os dije se llama IMAGO taller de arte y cuyo sitio we es www.imagotallerdearte.com y hacerme el favor de meteros todos los días para que suba puestos en la red y pueda poner un letrero en la puerta de AFORO COMPLETO o VENDIDAS TODAS LAS LOCALIDADES.

Os explico un poco qué se va a hacer en IMAGO. Hay un pequeño resumen en la página web, pero yo me explayo aquí un poquito más para que os quedeis contentos.
En leguaje plástico va a haber 3 grandes bloques de trabajo para adultos: pintura, dibujo y modelado en los que vamos a aprender a desarrollar el proceso de creación con diferentes técnicas de esos tres bloques. El trabajo es individual, como se puede comprender, así que cada uno seguirá su ritmo. Siempre se estará trabajando en dos piezas por lo menos, una completamente libre y otra más guiada, para no estar esperando a que la profesora (yo), se digne a acercarse a dar indicaciones. IMAGO proporcionará pautas, ideas, modelos, excusas para desarrollar la creatividad partiendo de la base de que el lenguaje visual, como el hablado, son capacidades humanas que quizá compartan algo con los animales, pero que no son privilegio de unos pocos. (Esto último les fastidia bastante a los artistas, pero como dice David Hockney, así lo veo yo). Creo firmemente que el gusto por la línea, el color, la forma, la palabra, etc. es el trampolín natural desde el que cualquier persona se puede tirar a las aguas de la creatividad. Lo único que distingue a unas de otras, por seguir con el símil, es que algunas se han olvidado el bañador y no quieren bañarse en bolas, otras tienen vértigo y no quieren saltar, otras sienten frío o pereza y les gusta más ver el agua desde arriba, a otros les divierte más criticar a los bañistas sin mojarse. Hay de todo en los viñedos californianos del Señor.Ya sé que nadie está de acuerdo conmigo pero no me preocupa. Creo que como hay gentepató, IMAGO encontrará las almas gemelas que quieran por lo menos probar la temperatura del agua con el pie descalzo.

Así que el que vaya escuchará una música relajante unas veces y otras menos, y otras silencio absoluto, compartirá emociones, ideas absurdas, locas, o nimias y sobre todo buenos ratos, con otros como ellos, y disfrutará también de estar consigo mismo y se maravillará de lo bien que se cae a sí mismo.

Pero no me entretengo en el ambiente y sigo contando:

También habrá un taller de escritura para desarrollar el placer de escribir para los que quieran aprender a hablar por escrito (a algunos nos gusta más que hablar cara a cara, o por el móvil). Lo darán periodistas amantes de las palabras, las letras, el cine, la música, el rockandroll,  la radio, los viajes, ... en fin, ...de todo un poco.

Habrá talleres infantiles para niños menores de 12 años que será un poupurri de los talleres adultos. Con un gran espacio para trabajar, empezarán con la mancha (la mancha da mucho de sí aunque los de ariel digan lo contrario), y el color, para seguir con la línea y por ultimo con la forma. Esto traducido a actividades será trabajo con monotipos (estampa) y pintura (aguadas con acrílico,  cargas, etc.) en el primer trimestre. En el segundo, dibujo aplicando lo que han aprendido en el primero más el libro de artista y por último, en el 3º  modelado con barro y pasta de papel. Bueno, ahora me he puesto un poco técnica, y quizá os esté aburriendo.

Además, unos colaboradores (ahora sí va en serio), darán unos cursos monográficos de encuadernación, foto digital, dibujo técnico, y más cosas que podeis encontrar en la página de otras actividades, en función del interés de los participantes.


Os subo el cartel de la campaña publicitaria que estoy haciendo, fijaros en lo chulo del diseño. Error. Lo subiré más tarde cuando corrija el error.

Me despido por el momento, deseadme suerte en mi nueva empresa, a esta pinza-ficha-de-parchís.

Un abrazo a todos, espero veros en IMAGO, buceando con gafas y tubo.



martes, 29 de junio de 2010

Los pájaros

Hola Amigos:
Mientras todos veis el partido España-no sé qué (¿cómo me atrevo?) yo estoy comiéndome unas pipas y bebiendo una cerveza a la fresca que no estás viendo el partido? que no te importa quíen gane ni quien juega? Pues no. Soy un ser insociable, que no me integro, un margi que, como os dije al principio, no tiene capacidad para comprender cómo un señor corre detrás del balón, ¿o lo dirige él? y todas las estrategias, el gasto de energía de dinero los contratos los sueldos, las ruedas de prensa, etc. hasta que ese balón llega a una portería y esquiva al portero y se cuela delante de la admiración de todo el mundo.
Pero a cambio estoy aquí, en mi jardín, comiendo pipas, que de vez en cuando me sale una sin cáscara y salada, pocas pero se agradecen, mientras las otras te dejan los morros como si te los hubieras operado y oyendo y viendo volar a los pájaros.
Tengo que confesaros que esta primavera, igual que hay especies que se extinguen, consolaros porque hay especies que nacen. Al menos para mí, que me he dado cuenta de la existencia de los vencejos, ave negra y puntiaguda, no por eso de mal agüero, supongo, gracias al conocimiento que tuve en casa de mi hermano. Hete aquí que estábamos comiendo tranquilamente cuando después de una hora me entero del horrible accidente que habían sufrido el día antes un  par de vencejos que se colaron por la chimenea de la campana de humos y se quedaron todos llenos de la grasa de años que allí va acumulándose gracias a nuestra sabrosa cocina e-pañola. A los pobres animales se les estaba yendo la vida con todo ese pringue encima. Me pidieron que me los trajera a casa para intentar salvarlos. Al principio, supongo que como a todo el mundo, no me hizo mucha gracia tocar pájaros grasientos con mis propios dedos, pero los metimos en una caja y pensé que podría ponerme unos guantes para evitar la grima del desconocimiento. Busqué en internet, el-que-todo-lo-sabe, qué se hacía en estos casos, y metí sinónimos de grasuza, (chapapote, galipote, petróleo, marea negra), y sinónimos de ave, (gaviota, albatro, pájaro sucio, etc.) pero no encontré nada. También metí nunca mais, pero nada. Llamé por teléfono a urgencias veterinarias 24 horas, (era domingo) y al otro lado de la línea se hizo un silencio de ni puta idea qué hacer con los pájaros. Le expliqué mi plan: darles con jabón lagarto, que es neutro, y agua abundante. La veterinaria, supongo que no era la hija, o la que aprovechaba el chiringuito para echar un polvo con su novio, o para estudiar unas oposiciones, me alertó: "sécalos bien".

Mi plan de limpieza me llevó horas, con una brocha suavemente y después debajo del grifo-ducha, y toalla y secador de pelo, y mucho amor y mucha pena al ver tan de cerca unos pulmones en miniatura asfixiados, luchando o no, no lo sé, por la vida. Yo hice lo que pude y si la peste negra es superior, qué le vamos a hacer. También gravé un pequeño vídeo que mejor os lo evito, porque los vencejos son alargados y puntiagudos, negros con unas alas que parecen del demonio, y el ruido del secador y el gesto retorcido de la cabeza no son platos de gusto.

La cosa acabó regular. La hembra apareció sin vida al día siguiente y el macho lo dejamos en el balcón y se fue volando, y ya no sé más.

Muchos pájaros viven en parejas como los matrimonios católicos, hasta que la muerte los separa, no sé si enamorados o no, los albatros, las gaviotas, las golondrinas, pero ahora que los he descubierto a los vencejos, sigo su vuelo con los ojos  y me gusta mucho cómo lo hacen: los dos vuelan en la misma dirección pero entre ellos dejan un montón de espacio, nada de codo con codo, al fin y al cabo, tienen un cielo infinito para moverse y no necesitan estar apiñados. Así no me extraña que aguanten toda la vida juntos.

sábado, 19 de junio de 2010

Adios Saramago. Hola Imago

No sé si fue ayer, hoy o antes de ayer pues es de madrugada, he perdido la noción del tiempo y de la literatura. yo, Pinza ignorante que descubrí tan tarde a Saramago, porque me daba miedo leerlo. Oía comentarios del tipo "es muy crudo" y mi pereza se agarró a la frase porque es de esas que cuando ve una película donde te avisan que te van a herir la sensibilidad se levanta del cine y se va. Saramago no sé yo si hería sensibilidades o lo que hacía era que fueras un poco más sensible y que te dieras cuenta, aunque fuera desde el punto de vista de las hormigas, que hay personas que sufren más que otras y que también hay unas que hacen sufrir más que otras.

En fin, serafines, no tengo palabras, se las dejo a los críticos y periodistas, que son los profesionales y los que están más acostumbrados a los epitafios, elegías y demás. Yo tengo un pequeño agujero como de polilla en el corazón. Adios Saramago. A más leer.

También murió hace unos días la buena de Louise Bourgueois (no sé si se escribe así porque los franceses tienen tantas vocales juntas para pronunciar sonidos que no duran ni una décima de segundo, que es imposible saber cómo coño se escriben). Era ya muy anciana y no puedo deciros que me gustara, pero tampoco que no me gustara. Mis sentimientos hacia ella y sus arañas estaban enfrentados, como los hermanos Marx delante del falso espejo. Quizá sea porque nunca he visto su obra en directo, y lo siento mucho, pero las reproducciones no es lo mismo. Sé que es un comentario elitista pero no puedo decir otra cosa. Una reproducción es una re-producción y como dice el dicho, segundas partes nunca fueron buenas. Además me mosquea que fuera tan popular (popular como las animadoras de los institutos yanquis). Popular para lo bueno y para lo malo, nunca llueve a gusto de todos, para gustos hay colores y todo eso. Una de las críticas que he oído sobre esa buena mujer se refiere al mal rollo que tenía con su padre. La persona que hizo el comentario le criticaba a la pobre Louise que odiara a su padre que había tenido una amante institutriz de su hija, la propia Louise. No recuerdo si se había enrollado con la institutriz o se había enrollado con una tía y para tenerla de amante le había encargado la formación, instrucción, edificación de su hijita, la constructora de arañas. La crítica era que ese señor era un vividor y la hija artista una frustrada que no comprendía a su papá. La autora de estos comentarios, famosa en el mundillo del arte y que no voy a nombrarrrrrr, no se da cuenta de que para ella el papá de esta señora, que en gloria esté , ella y su padre, que tendría ahora unos 125 años, digo que para ella su papá es su papá y en cambio para los demás no es más que un desconocido. Creo que hay una pequeña diferencia, entre lo que se siente hacia un desconocido y lo que se siente hacia un padre. La sra. Bourgueois se ha dedicado a hacer unas esculturas para matar a su padre simbólicamente y a mi me parece que, simbólicamente, todos somos muy libres de matar a quien nos de la gana, aunque nuestras víctimas caigan simpáticas y nadie más entienda nuestros móviles. (Me refiero a los del asesinato, que ya se os había olvidado que años ha no existían otros móviles más que esos).

He tenido que hablar de estos ancianitos que han pasado a mejor o peor vida, no lo sé, cuando tengo una noticia extraordinaria que comunicar a mis innumerables seguidores: prestad atención: Pinza se ha convertido en empresaria, empréndelo, pónselo, póntelo, ... Ya sé que os habeis quedado ojipláticos, la baba se os cae desde la comisura del labio hasta las barbilla, y os preguntais con la clásica neurona listilla que sigue funcionando ¡pero, de qué puñetas está hablando! Pues paso a explicarlo sin mucho lujo de detalles:

Estaba yo, ficha del parchís, en mi casa, años y años, mientras las demás os moviais divertidas por el tablero y yo, con la esperanza perdida, hasta que, de pronto, tiro el dado y me sale por fin un cinco, un CINCO como un billete de lotería. Estoy en el tablero, por fin, eh, sin empujar. Empiezo a avanzar con la suerte de mi lado, con mis tiradas de dado y mis jugadas, ala, a dar vueltas,, a construir mis barreras, a confiar en que no me coman, a que la suerte no se pase con los seises, que uno está bien, y dos también pero ya tres ...

Bueno, pues ahora ya lo sabeis, cuidadito conmigo, que yo también como y me cuento 2o. Me monto un taller-academia-chiringuito-puntodencuentro-centrocultural-oasissinpalmeras. Ya os daré la página güe cuando esté terminada y demas datos si os interesan. Por el momento no puedo decir más. Acabo de terminar la fase pánico-escénico y veremos hasta cuando dura la euforia.

Saludos a todos, a los vivos, a José y a Louise.

lunes, 17 de mayo de 2010

pánico

Esta vez debo escribir rápidamente, con urgencia, antes de que las ideas huyan despavoridas o se líen entre ellas y monten su culebrón. Cuando esto último ocurre no hay quien sepa cuál es hija de quién ni quién es hijo de cuál. Y esta vez el discurso es tan complicado que no discurre y no lo comprendo ni yo. Las ideas me pueden. Así que sin hacer mucho ruido voy a intentar organizarlas para que salgan a escena cuando les corresponda, sin atropellarse unas a otras.

La primera que debe aparecer cuando se hace el silencio, se apagan las luces y se oyen las últimas toses es el Pánico. Le han llamado Pánico Escénico por eso mismo. Ahí le tenemos acojonado unos minutos antes de salir a escena, para inmediatamente crecerse, claro, porque en cuanto se le pasan los nervios se vuelve más alto, más guapo, más expresivo y una voz más clara y vibrante sale de su garganta. Ya ha dominado la situación. Ha sabido disfrutar con pelín de vanidad los nervios del escenario y ya está en su salsa. Se le olvida  que hace un momento casi se hacía caca encima. Recuerda a Peter Pan en aquel momento, preso, atado a un poste a punto de morir ahogado porque subía la marea o algo así, en el umbral de la muerte, diciéndose a sí mismo: la muerte debe ser otra gran aventura o esto debe ser muy interesante. No recuerdo las palabras textuales así que me vais a perdonar que no cite a los autores al pie de la letra. Al fin y al cabo todo el mundo cree que no se trata más que de un dibujo animado y pocos son los que se dan cuenta de que Barrie era un señor de carne y hueso que hacía decir a sus personajes las cosas que pensaba él.

El siguiente que aparece en escena es el PÁNICO con mayúsculas. Parece que domina nuestra vida, pero en realidad es como un gigante de las fiestas levantinas, de cartón piedra, muy grandote pero que no tiene ningún interés. Es ese gran miedo a volar, por ejemplo, o a meterse en una cabina de escáner a que te lean los males del cuerpo, o a que te den el resultado de unas pruebas médicas después de 15 días de larga espera. Se pasea con los cabezudos disfrazado de rey enseñoreado por nuestras mentes fóbicas pero todos sabemos que en realidad es un hombrecillo sosteniendo un armazón que a su vez sostiene un traje que a su vez sostiene la idea de importancia.

Diréis que no tengo razón y que a esos grandes miedos hay que tenerles un poquito más de respeto, porque son el gran miedo a la muerte.

Pues no. El que nos da más miedo, el verdadero miedo es el miedo al miedo. Es el pánico con minúsculas, el auténtico pánico. No es tanto el miedo a que el avión estalle y se haga añicos junto con nuestras vidas, o a que el escáner o la horrible prueba revelen una enfermedad mortal y nos sintamos condenados  del corredor de la muerte. Lo que nos produce verdadero pánico es nuestro propio pánico a estar en un avión encerrados con nuestro propio miedo a no controlar nuestro miedo, o a no ser capaces de soportar estar una hora dentro de la máquina con nuestro miedo a que se olviden de nosotros mientras nos asfixiamos o a no soportar 15 días de angustia con nuestro miedo subido a la chepa acompañándonos todo el rato y recordándonos que tenemos un grave problema de ansiedad y angustia vital.

Estoy siendo un poco dura con las pinzas, pero así lo veo yo. De alguna forma, en algún momento pensamos algo así como yo no voy a poder con esto. Esto me puede a mi. Y da igual lo que sea esto. Pero no hay ningún esto que sea más fuerte que nosotras, las pinzas. Agarradas a un hilo, a una cuerda soportamos el peso de lo que quieran colgarnos, y no necesitamos nada más que nuestro simple mecanismo de sujeción.

Dejé este texto suspendido en este punto hace ya varias semanas porque me vi un poco consejeradelibrodeautoayuda y me caí un poco gorda. Esto no debe interpretarse como una crítica a los libros de autoayuda, de los que he leído algunos muy buenos y otros no tanto, pero que no los critico en absoluto, porque además de ayudarse a sí mismos son libros que ayudan a los demás. En general están escritos en un tono cariñoso, y lo importante, como sabía muy bien el Capitán Garfio era el tono. Este siempre se hacía la pregunta de si su comportamiento, vestimenta, actitud, o lo que fuera que se cuestionase en ese momento, era de buen tono. Al Capitán Garfio le importaba muchísimo la clase, el saber estar y se lo envidiaba mucho a Peter Pan, que tenía todo eso de natural. Peter Pan era como esa guapísima de Cien años de Soledad que no se daba cuenta de lo guapísima que era y que tenía una belleza cuyos destellos iban matando a los hombres de Macondo. Pues a Peter Pan le pasaba tres cuartos de lo mismo con la elegancia y la distinción innatas, que ponían a Garfio de los nervios porque él impostaba gestos y maneras delante del espejo y no conseguía para nada el buen tono tan ansiado: se le notaba muy artificial. Y es que la elegancia está en la forma de moverse, de andar, en la voz, (no me digáis que nunca habéis oído una de esas voces que recuerdan a los minidinosaurios de Parque Jurásico y te destrozan el tímpano), o en el movimiento de la mano (que nunca tendrá unas puntillas blancas, un pañuelito o un meñique estirado), todo eso llevado con naturalidad. Del libro de Peter Pan, que os recomiendo encarecidamente, pues este señor lo escribió como obra literaria, no como guión de película de Disney, lo más elegante del personaje de Pan es cómo se enfrenta a la muerte en esa escena que os he contado unos párrafos más arriba. Y por eso le duele tanto a Garfio y le produce tanta envidia, a él que va vestido como todo un señor pirata con su levita ceñida, su peluca y sus chorreras, pero vive temiendo constantemente encontrarse con el tictac del reloj que se tragó el cocodrilo, que le recuerda incesante su miedo al miedo.

lunes, 15 de marzo de 2010

Otra ostra

No sé si disculparme por haber estado tanto tiempo "aut" o si os he hecho un favor y debo sentirme satisfecha. He tenido mis motivos que no me atrevo a transmitir. Bueno, os lo diré si no sale de la red. Millones, trillones de usuarios, y presuntos lectores, guardadme el secreto. Sé que los bufones cibernautas no tenemos derecho a estar tristes, pero como en esta Corte no se cobra y no hay ningún contrato, me he tomado la licencia de pasar unos días de duelo, poco más de un mes, pues empezó el 2 de febrero. No es mucho tiempo si tenemos en cuenta que un amigo mío japonés ha tardado en contestarme un mail varios meses porque murió su madre y durante un año no pudo hacer vida medianamente normal. (Ya sé que la vida de normal no tiene nada, que no es más que un constante fenómeno paranormal, pero si empezamos a no ponernos de acuerdo con lo que significan ciertos términos vamos de cráneo). Iba diciendo que el luto en Japón consiste en abstenerse de cultivar las relaciones de amistad y cariñete durante un año. Aquí el luto es una costumbre extinta que ya no está bien vista, porque la vida sigue y eso, pero no por eso estamos menos tristes. A mi nadie me ha dado el pésame supongo que porque no era un allegado de primera línea (de mar?), o de primer grado, o como quiera que se diga, pero el corazón no entiende demasiado de parentescos y se fija en cosas que a los notarios les daría la risa, como alguna vez en que te abrazaron con mucha ilusión porque llevaban un año sin verte, o en otra ocasión te dio un ataque de risa al unísono por la misma clase de tontuna, o notaste algo que ni siquiera hay palabras para nombrarlo porque los idiomas tienen sus carencias, y no pierden el tiempo en inventar definiciones para las insignificantes vibraciones del corazón. Si el derecho romano no lo contempló hace dos miles de años es que no tenía ninguna razón de ser. No olvideis que los abogados son muy listos.
Así que me quedo aquí sin pésames ni nada, y me disculpo de nuevo por haberme ensimismado en el hueco que tiene eco-eco- eco ...
Otro de los motivos por los que he pasado de largo del ordenador ha sido la cantidad de cosas que se han amontonado en mi casita mental de Piolín, todas tan importantes que no sabía por cual empezar y como siempre que ocurre esto las ideas que no salen al escenario se van autodestruyendo como los paquetes bomba, se queda todo borroso y con olor a pólvora. Imaginaros a la pinza tendida sobre las tablas con una humareda tal que no se veía ni la punta de los dedos, sin atreverse a toser, no fuera a ser que el eco del hueco volviera otra vez a la carga.
Entonces, abrumada por mi propio ostracismo, recordé un texto que escribí hace años, sobre la naturaleza de las ostras, y me pregunté porqué se inventó la palabra ostracismo si no tiene nada que ver con el carácter de las ostras. Ahí va el texto, y me decis si estais de acuerdo conmigo o no. (Hay que ver los creadores del lenguaje, bien que tienen tiempo para inventar palabrejos absurdos que acaban en -ismo, que se lo añaden a la primera palabra que pasa y sin embargo no hay nada para hablar de eso).

OSTRA
Encontré una pequeña concha de ostra en una playa, aunque no puedo poner la mano en el fuego de que no fuera más que una valva de almeja costrosa con interior nacarado. Es lo de menos. Lo de más es que tuve un "insight", un momento lúcido de comprensión de la naturaleza de la ostra, con la que inmediatamente me identifiqué. Es un animal, supongo, que se protege de los elementos externos malignos con un caparazón que cierra herméticamente a la menor señal de peligro. Puede que en algunas ocasiones se confunda y considere amenzadoras situaciones que en realidad no lo son. Pero el caso es que tiene esa capacidad de cierre al mal rollo, de no te quieres enterar, ye, ye, y por otra la libertad de abrirse de par en par y dejar su vulnerabilidad al alcance de la mano, sin reparos. Todo su cuerpo casi líquido, agarrado por un fino hilo a la concha, se vuelve absolutamente sensible a lo que ella, motu propio, ha permitido penetrar, franqueando la fortaleza para inundarse de sensaciones, sabiendo que es todo o nada y decidiendo que sea todo. Y eso gracias a su mecanismo abre-cierra, como de bisagra. Y ese mecanismo primitivo y sincero (que tiene un punto que me recuerda a la horrible canción de Abre la muralla, cierra la muralla, así que por favor borradla de la mente y no empeceis a tararearla, que se pierde el duende que estaba empezando a surgir), digo, que ese mecanismo, nos da una gran lección de elegancia, cuando forma una perla con todas aquellas cosas a las que les fue permitido cruzar la barrera, pero que en realidad no se lo merecían. 
Querría ser así de ostra-sabia y dejar entrar a ratos todo y a ratos nada, aún a sabiendas del horrible final que me esperaría: la muerte mortal a manos de unas manos que exprimen el limón y riegan con ácido el cuerpo-víscera de la pobre ostra para engullirlo con grima por la textura de escupitajo al contacto con la lengua y el paladar, y sin embargo un placer embriagador al saborear todas las experiencias envueltas en mar, alguna vez embriagadoras, que con permiso traspasaron la frontera.
Bueno, no está tan mal que al final te beban con una mezcla de asco y placer y hayas producido una esfera blanca, áspera y brillante con todas las tonterías que por despiste de tu mecanismo primitivo dejaste entrar.

jueves, 28 de enero de 2010

Reina por un día


No sé a cuento de qué me he acordado de pronto de una serie de animación que veía en mi infancia, cuando sólo había dos canales de televisión a blanco y negro, los dos, no uno blanco y otro negro. Aunque seles llamaba dibujos animados estos no eran dibujos, sino un par de monigotes como los ahorcados del juego, hechos de cuerda excepto los pies, y las manos que debían ser unas maderitas con forma de semiesfera pintadas de algún color brillante, vete a saber cúal porque se veía gris, y con una cabeza esférica con ojos y boca pintada con unos trazos muy simples. Muy minimalistas, como os podeis imaginar si no sois de mi generación y no sufristeis la experiencia de sentaros en una silla a ver las historietas que les ocurrían, que debían ser algo patéticas, como casi todo en aquella época, pero que adiosgracias ni las recuerdo. Y digo en una silla porque el repantingarse en un sofá a ver la tele todavía no se estilaba, (yo creo que el sofá ya estaba inventado, pero el concepto de repantingarse no, eso llegó más tarde, con el mando a distancia). Pues los tales monigotes se llamaban Pilofat y Rapalín, y eran los nombres esos lo que nos llamaba la atención y nos tenía enganchados a la silla, como si fuera un video juego. Unos nombres sonoros y ya tenían la audiencia asegurada, fíjate que fácil y que cómodo para los creadores de esa serie patética de la que sólo recuerdo lo que os he contado y que al final ponía koniak, que sin saber idiomas comprendíamos que significaba fin. Vosotros que dominais tantas lenguas habreis adivinado que eran de la antigua Checoslovaquia, cuando esta era un país, o eso nos hacían creer.

Y recordando a Pilofat y Rapalín, una vez abierto el baúl de los recuerdos de la infancia, guardado en el sótano más recóndito de la mente, allí donde torturan a las víctimas los asesinos en serie de las películas y de la vida real, ha salido otro programa horrible de nuestra querida televisión que se llamaba Reina por un día. Por si no habeis tenido el gusto de verlo o si lo teneis guardado en el sótano -3 del parquing mental y a estas alturas no hay quien lo encuentre y lo traiga a la superficie, os contaré de qué iba. Elegían a una niña, no sé de dónde ni con qué criterio, y la coronaban reina por un día, y durante un día de su vida, (que en tiempo real era la hora que duraba el programa, a años luz de las 24 horas de emisión de los Gran hermanos), podía decidir qué caprichos la harían feliz o a quién prestaría su ayuda, caso este último, de ser una niña solidaria, (aunque ese concepto tampoco existía, entonces se hablaba de compasión o caridad), y el equipo del programa se desvivía por cumplir sus deseos que eran órdenes para ellos. Yo sufría de verdadera envidia porque sabía que eso no estaba hecho para mí, como así fue: esta pinza jamás fue coronada reina televisiva ni escogida entre cientos de miles de niños ni niñas ni nada para protagonizar nada. Bueno miento: me sacaron una vez en un delfinarium para que los delfines me pasearan en una balsita inchable, tirada de sus inteligentes hocicos, pero al ayudarme a salir de la lancha el domador de delfines me dio un codazo en el ojo sin querer, supongo, y con la vista nublada no pude distinguir las miradas de envidia de los otros niños y se me jodió mi momentito de gloria.

Pero, hete aquí que he visto en la jilipollez de programa un paralelismo con la vida que me ha dejado anonadada a mí misma. Y es que comparando nuestra existencia con la longevidad infinita del universo, y desconociendo de dónde venimos ni qué criterio se sigue para seleccionarnos, y teniendo en cuenta que no conocemos por el momento a ningún ser humano e inmortal al mismo tiempo, o sea, que aquí estamos un ratito nada más, todos, todos sin excepción, ... en alguna planta de mi edificio mental he visto nuestras vidas a blanco y negro, tocados con coronas de plástico con un mundo entero para responder a nuestros caprichos o nuestra solidaridad, (ahora sí puedo usar esa palabra), o a ambas cosas a la vez. No sé si esta idea se ha producido en la azotea mental, el desván, o el sobrao que le llaman en los pueblos. No sé, pero aquí hay un tiempo precioso que aprovechar, antes de que el equipo del programa se ponga a desmontar el plató y no se acuerden ni de decirnos adios y por ahí está la salida.

Y por haber sido tan amables de entrar al trapo en esta reflexión y haber aguantado a Pilofat y Rapalín, aunque sea por un ratito, os he subido el cuadro Azotea, de 2008. Es una tabla de 70 x 120 cm. aprox. realizada sobre un collage de papel de periódico en acrílico y óleo. Espero que os guste, majetes.

P.D.: Ya me acuerdo a cuento de qué me acordé de Pilofat. Estaba yo pensando, como siempre, en asuntos de naturaleza abstracta y por lo tanto inútil, y no me atrevo a decir filosofando, porque los filósofos pueden enfadarse conmigo por intrusismo y yo con ellos porque los considero machistas a la mayoría y por lo tanto medio tontos, (si no han tenido en cuenta a la mitad de la humanidad al desarrollar sus teorías, si se les ha escapado este pequeño detalle, son medio tontos o por lo menos medio-listos) una frase-eco que se repetía en el recinto de mi cráneo, cavidad amplificadora que sonaba, Borra eso, Empezar de nuevo, Borrón y cuenta nueva, Empezar de cero, Volver a empezar, Begin the begin, Borrar y empezar. En fin la idea de renovación, de los errores tienen solución, Más se perdió en Santiago, Más valen barcos, etc. Todas esas ideas que vienen a pedir disculpas a uno mismo y a perdonarse y volver otra vez a intentarlo. Y ahí fue cuando me acordé de unos dibujos animados, que no eran los de cuerda, era un niño que tenía un lápiz y una goma de borrar, y dibujaba lo que quería y borraba lo que le molestaba: eliminaba las cosas como un mafioso, sin mancharse. Eso era mucho mejor que ser reina por unas horas, porque el niño, más listo que los filósofos, se dibujaba dinero, míralo.

Así mi pensamiento derivó a Pilofat, y de ahí a las niñas reinas y de ahí a los delfines y a la solidaridad, y el disfrute y los filósofos y los... Pero no me acordé porque lo había anotado en la libreta de las ideas importantes que luego se me olvida mirar cuando me pongo a escribir.

viernes, 8 de enero de 2010

Algunas de mis obras

Feliz año para todos. Venga para los enemigos también, no seamos rencorosos. En este año que acaba de empezar me he propuesto:
  1. Fumar como una cerda
  2. Engordar unos cuantos kilos más, además de los que ya entraron con holgura en las entrañables.
  3. No hacer deporte ni nada de ejercicio y a ser posible respirar en ambientes fétidos y sórdidos.
  4. Perder el tiempo todo lo que pueda, ser una pinza improductiva, que no trabaje nasoluto.
  5. Ah! y comprarme muchos primeros fascículos de coleccionables y coleccionar muchos númerosunos de dedales, zapatitos de época, muñecas de porcelana con carita de monstruo a escala 1:10, sombreros de época, coches de época, bicis de época, infinitas miniaturas de época, no sé de qué época, pero da igual. El número 1 y basta, el namberguan como dirían los de muchachada nui.
Son 5 propósitos difíciles de cumplir, arduo trabajo para una de tantas personas acostumbradas al pepito grillo constante, eco plasta que repite sin cesar tendría que ..., debo ..., hay que ..., por qué no...? Todas esas frases que sugieren que no tenemos la iniciativa suficiente o la disciplina o las ganas de trabajar. Y no es que me las diga nadie, me las digo yo que soy la más exigente pero que en el fondo no hago más que recoger el sentimiento generalizado de las personas que me rodean, me refiero no a los allegados, que en buena hora llegaron de nó sé donde. sino a los que no llegan, billones de personas que nos rodean y que sin darse cuenta nos van diciendo cómo debemos vivir, cuánto tenemos que trabajar y qué cosas nos deben preocupar. Son los que saben cual es el bien y cual es el mal. Pero lo transmiten sutilmente, nunca dicen esto está mal o esto está bien, sino frases como Hoy no he comido en todo el día, o es la primera vez que me siento. Por eso te hacen sentir mal, porque tú llevas todo el día sentada con un dolor horrible en la espalda, después de haber superado una gripe que ni siquiera era A, y que te retrasó muchísimo en tus quehaceres. Y después de eso te dio una horrible lumbalgia que te tenía del sofá a la cama y de la cama al sofá acomodando malamente la zona dolorida y viendo las estrellas con cada mudanza. Y a eso se suma que pasaron las mal..., las entrañables que por fin se acabaron y que te dejaron molida de beber comer y fumar, porque el tabaco no soportó aguantar las fiestas sólo y dijo: estas Navidades me quedo, veremos si me voy más adelante, cuando yo ya había decidido que me las podía arreglar estupendamente sin él.
Y otro de los que te hacen sentir mala conciencia son los tipos estos geniales, que dicen, (como uno de los artistas que aparecían en el blog, que hace unas fotos bestiales, Mr. Toledano, que si quereis visitar su huev la dirección es mrtoledano.com) que desde pequeñito ya se daba cuenta de que quería ser fotógrafo y consiguió que le regalaran una cámara a los 11 añitos y empezó a hacer fotos a tan tierna edad. Lo que significa que empezó su recorrido profesional cuando todavía no tenía pelos en la lengua y que yo, que mi única profesión es ser bloguer, pues vaya, que ni cobro ni ná, me siento una cateta al lado de estos señores toledanos. Así que he decidido someterme a las presiones y subiros de una p vez algunas de mis obras de arte o works of art.

Os presento al lagarto trompetero, que se encuentra dirigiendo una película en este momento. Los lagartos tienen cierta querencia por los largos que no comparten con las iguanas a las que les van más los documentales artísticos. Esta pequeña obra, mide aprox. 35 x 25 cm. es una acuarela sobre papel de mis primeros tiempos, mi época, llamémosla de época.


Y ahora, os voy a subir un dibujo al carboncillo de 100 x 100 cm. de mi época más reciente, llamémosla época actual, si os parece. Es un bosque de árboles ordenados por la mano de la pinza-guardabosque, que todo lo quiere mantener en orden para que cuando uno se pasee por .ahí sepa a qué atenerse y no se lleve sorpresas.


Espero que hayáis notado la desolación de este espacio desolado y que aún así os apetezca introduciros en él aunque sea por unos segundos.

Y por último me queda hablaros de la obra que aparece al principio, es mi autorretrato, y se llama Duda. El mar o la montaña? Ya sé que unos el mar y otros la montaña. Yo no lo tengo claro.

Ahora Pepito Grillo está más tranquilo y me dejará en paz por unos días.